EL GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

Queridos amig@s:

Ahí va la historia del nombre de este Hotel Balneario, el Gustavo Adolfo Bécquer (donde yo me alojé); como ya os dije anteriormente estos nombres tienen una historia que los abala y la del Nuevo Fitero es esta:

Como todos sabemos Bécquer era un poeta sevillano, nacido el 17 de Febrero de 1836, tiene una vida muy azarosa, quedando huérfano de padre a los 5 años, a los 11 años muere su madre,  fue educado por tías de la  parte de madre. Cuando tiene 21 años contrae la tuberculosis junto con otra enfermedad venérea, le trata un medico en Madrid que le aconseja ir a tomar las aguas del balneario de Fitero muy de moda en aquellos años para las gentes de élite y lugar en el que se sentía muy bien.

En 1861 se casa con la hija de este médico y pasa su luna de miel en Fitero, luego en familia van a tomar las aguas, desde 1861 al 1868; por las tardes le gustaba pasear por los alrededores para respirar ese aire puro que tanto necesitaban sus pulmones y aprovechaba para charlar con los lugareños preguntándoles por las leyendas de la zona, él era muy aficionado a esos temas, las gentes le fueron relatando historias o leyendas que él aprovechó para crear dos de sus mejores obras.

En 1862 escribe “El Miserere de la Montaña” o Miserere incompleto, basado en la abadía de Fitero en la que como narrador cuenta la historia de los monjes cistercienses de Yerga que una noche de Jueves Santo fueron asesinados por malhechores cuando interpretaban el Miserere y al quedar incompleto cuenta la leyenda que regresan los espíritus de los monjes cada noche de Jueves Santo a finalizar dicha obra.

En 1863 escribe “La Cueva de la Mora” basada la leyenda de un castillo medieval situado sobre unas rocas bañadas por el río Alhama (frente al balneario), este castillo era propiedad de los moros; cuenta que un cristiano preso de los moros queda prendado de una mora y es correspondido, después de una gran batalla cae herido, la mora lo esconde en una cueva que es pasadizo del castillo; la enamorada va en busca de agua al río Alhama para aplacar la sed del agonizante y es herida ella también, arrastrándose llega con el agua que el cristiano no bebe sino que la utiliza para bautizar a la mora y mueren juntos.

Este es un pequeño resumen de estas obras inspiradas y escritas en este balneario, donde él se sentía muy a gusto. Y esta es la historia muy merecida de llevar este balneario tan importante nombre y donde está reseñada la habitación que ocupó en su estancia en él.

Bécquer muere en 1870 y curiosamente o como siempre suele suceder, muere pobre y desde su muerte es cuando publican sus obras, entre las que se encuentran estas dos que escribió en Fitero y coge la bien merecida fama que hoy tiene.

Bueno amig@s, me despido hasta mi próxima aparición que será centrándome en la historia de los balnearios y su entorno (esta es la otra historia, la de los nombres), que hay mucho material, como veis no perdí el tiempo e hice preguntas por doquier; Mª Antonieta pagó el pato de mi curiosidad.