BAÑOS DE FITERO

Hola de nuevo amig@s del blog:

De nuevo en casa, con el cuerpo pletórico de ganas de seguir haciendo cositas y el espíritu en su mejor momento. Estos días en el Balneario de Fitero fueron para mí algo maravilloso, algo que una necesita de vez en cuando para seguir por estos caminos azarosos de la vida que te aplanan y poder mantener  la moral por los altos.

Este balneario tiene una historia muy bonita que más adelante os contaré, se que os va a gustar por el misterio y la ternura que contiene, ahora me dedico al balneario para ver si algún@ de vosotr@s os animáis a hacer como yo.

Las aguas brotan de la tierra por una galería que se adentra en el monte, llega de la Sierra de Cameros y mana a 50º C., con un caudal de 1800 l. al minuto, los manantiales de los dos balnearios se cree que salen de la misma bolsa; cada uno de nosotros consumimos unos 5000 l. por día. Desde los 50º C. que sale hasta los 34º C. en que se utiliza se enfría en unos depósitos lanzando el agua al aire, estos depósitos se ven arriba en el monte y se puede ver de lejos el vapor que despiden.

Estas aguas son el resultado de la filtración de la lluvia que se aloja en una bolsa a 1800 m. de profundidad y en su recorrido va tomando la riqueza de los distintos minerales por los que va pasando y que al manar contiene, estas aguas son en grandes cantidades: Cloruradas sulfatadas, Sódicas, además de fluoruradas  entre otros, y en menor cantidad Radón que es un gas noble con efectos sedantes y anti inflamatorios y el causante del conocido como “cansancio termal” que no es otro que una relajación total. En estas aguas flotas con gran facilidad.

El calentamiento del agua es debido a que a más profundidad la tierra va calentando esa agua, se supone que cada 33 m. que el agua entra en la tierra calienta un grado más. El agua que hoy utilizamos según estudios es la de las filtraciones de la lluvia de hace 30 años. Como veis es un proceso sencillo, no es como jocosamente decíamos que “Pedro Botero” estaba avivando el fuego bajo una gran caldera.

Este es el manantial de Nuevo Fitero como se le conocía antes, hoy es el Gustavo Adolfo Bécquer, brota más abajo que el de Fitero Viejo, o Virrey Palafox; se cree que viene de la misma bolsa.

En esta foto se puede apreciar el vapor del agua al lanzarla sobre el depósito para enfriar.



Estas son las cabinas llamadas de estufa donde se produce una sauna natural con el calor del manantial.



Esta es la bañera situada en cabinas donde se hace un baño relajante de contrastes, un grifo es frio y otro caliente, sales del baño como nueva.

Del establecimiento todo lo que puedo decir es bueno, las instalaciones muy cuidadas y cómodas; los empleados excepcionales, con ese recio acento navarrico que inspira confianza y cariño y es que lo dan a manos llenas. Como no quiero dejar a nadie olvidado solo menciono a María Antonieta, monitora del tiempo libre, inmejorable, y sus explicaciones hacen que te integres en el tema que trata en esos momentos, la pena fue que al tener los tratamientos por las tardes no pude asistir a sus salidas a conocer los pueblos de los alrededores, también quiero tener un recuerdo para las limpiadoras de la 5ª planta, sensacionales, en fin, que todo el personal es estupendo.

En cuanto a los efectos del tratamiento estoy satisfecha; es una total integración de tu cuerpo con la naturaleza de las aguas, donde tan solo en la piscina cubres tu cuerpo con bañador, en los demás tratamientos los recibes en privado y sin barreras entre tu cuerpo y las aguas, sientes una relajación total y hace que tu cuerpo reciba esas propiedades plenamente, ya sean baños, saunas, duchas circulares, baño de burbujas, etc.En la piscina hay unos 30 chorros (quizás mas) en todo su alrededor que masajean a distintas alturas y fuerza segun vas pasando.

Amig@s del blog, os animo a que hagáis una escapada a un balneario y si podéis ir a este mejor, ya veréis como aumenta vuestra salud física y mental, es una cura de cuerpo y alma como yo digo siempre.

Os mando mi saludo y un besote, hasta pronto.