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miércoles, 10 de agosto de 2011

Salida a Ciudad Rodrigo-1ª


La salida a conocer esta bellísima ciudad medieval fue una verdadera gozada; por el camino se van viendo kilómetros y kilómetros de bosques de encinas y alcornoques, cuajados de manadas de ganado vacuno, unas bravas y otras no, rebaños de ovejas y piaras de guarros, negros y gordos, esperando a ser convertidos en suculentos jamones “pata negra” y riquísimos embutidos con denominación de origen. Una piensa en la que les espera a los incautos bichos que retozan felices pero… ¡que sabrosos que son¡
Llegamos a la ciudad y nos esperaba una eficiente guía local que junto con nuestra animadora del tiempo libre nos explicaron con todo lujo de detalles la historia tan interesante del lugar.
Esta ciudad en sus comienzos estuvo habitada por Celtíberos que asentaron sus castros sobre la cima compuesta por roca de arenisca.
De la segunda edad del hierro se conserva aun una escultura rudimentaria hecha en granito, se denomina “El Verraco Vetón”, es la figura de un cerdo en posición de marcha, está situada en la plaza del Castillo (hoy parador Nacional). De estas esculturas fueron encontradas otras muchas por los pueblos de los alrededores por lo que se deduce que fueron hechas como símbolo mágico para la protección del ganado.
Rodea el casco antiguo de esta ciudad una sólida muralla con un perímetro de unos dos kilómetros, todos en perfecto estado de conservación y por el que se puede pasear. Esta muralla fue construida por Fernando II, esta rodeada esta muralla por un foso y en una de las partes por el ribazo y abajo el río que hace de foso natural.
Para acceder a la ciudad hay seis puertas, llamadas: Puerta de la colada; Puerta del Sol; Puerta de Santiago; Puerta Nueva; Puerta del Conde; Puerta del Sancti Espiritus, (estos nombres tienen su historia pero yo no pude recogerla). Estas puertas tenían un sistema de rejas que al toque de queda se cerraban y sus llaves las custodiaban entre los más poderosos del lugar.
Ciudad Rodrigo con la influencia y ocupación romana se llamó “Miróbriga” y de esa época fueron halladas tres columnas colocadas en ángulo, quizás los restos de un templo. Estas columnas son el blasón del escudo de la ciudad.
Ciudad Rodrigo sufrió grandes asedios durante su historia, el  más largo fue el que organizó Napoleón que duró 77 días, quería tomar la ciudad por el sitio estratégico en el que está situada.
En 1755 el terremoto de Lisboa derribó la torre de la catedral que fue reconstruida en un lugar diferente. En 1769 en el lugar de la torre derruida se remató con una capilla.
Queridos Blogueros, como este relato se alarga me reservo una segunda parte, es tanto lo que hay para ver en Ciudad Rodrigo que es una pena perderse su relato. Hasta pronto amigos.

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