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2015:
Salida a Valldemossa
con el conductor Fernando y el guía Raúl que se encargan de hacernos el viaje más
ameno, dándonos infinidad de detalles del camino que recorremos y que tiene su
encanto y su historia.
En Valldemosa
es donde se retiró a curar su enfermedad de Fibrosis Quística Chopin (aunque
siempre se dijo que lo que padecía era tuberculosis pero análisis posteriores
desmienten ese diagnostico inicial).
Valldemossa
tiene unos 2.000 habitantes y está a 430 m. sobre el nivel del mar. Para llegar
a esta Real Cartuja nos adentramos por un valle estrecho situado dentro de la
sierra de Tramontana llamado valle de Muzza, llamado así por el rey de los árabes
que habitaron en esta zona; es patrimonio de la humanidad.
Los cultivos
que se hacen por el valle están organizados en bancales escalonados, retenida
la tierra por muros de piedra seca para así aprovechar el terreno. Se cultivan
olivos, almendros, naranjos y cereales entre los árboles; también quedan restos
de acequias árabes con las que regaban y siguen regando.
El pueblo de
Valldemossa está en una ladera y está construido totalmente de piedra incluso
sus calles y aceras, en todas las puertas de las casas de este pueblo hay un
azulejo con la imagen la santa nacida en el lugar y la plegaria “Ruega por
nosotros”, Santa Catalina Thomás; religiosa agustina
nacida en Valldemossa (Mallorca), en la calle Rectoría, frente a la iglesia
parroquial, el 1 de mayo de 1531. Huérfana de padre y madre desde su tierna
edad, hubo de recogerse en casa de sus tíos, quienes con su áspero trato
ejercitaron su paciencia y humildad, y que tan sublimes ejemplos mostró durante
su vida.
En los jardines del pueblo hay unos árboles llamados
Cinamomos “Melias” sus frutos de color amarillo, que
se encuentran agrupadas en racimos. Pueden verse durante todo el invierno en el
árbol, aún cuando éste no tiene hojas. Los frutos son venenosos para las
personas y algunos animales, excepto para las aves pero las mujeres del pueblo las usaban para pulir y dar brillo a
los muebles.
Dentro de la gastronomía lo más típico de este pueblo es
la coca de patata, se come con chocolate y dicen que es deliciosa.
Paseando sus calles nos encontramos con un nombre
curioso, C/ Uruguay, esta es porque muchos de los hijos del pueblo cuando el
bum de hacer las Américas se fue a ese país, hicieron sus fortunas y regresaron
construyendo unas casas impresionantes.
El pueblo está rodeado de olivos milenarios o como la
escritora amante de Chopin les decía “olivos atormentados” por los caprichos de
sus viejos troncos retorcidos.
La Cartuja; el origen del conjunto se remonta al tiempo del rey Jaime II de Mallorca, quien escogió este excepcional lugar de la sierra de Tramontana,
para edificar un palacio para su hijo Sancho, para curar su padecimiento de
asma que tenía desde niño, una parte es conocida como el "Palacio del rey
Sancho". En el año 1399 cedió todas las posesiones reales de Valldemossa a
los frailes cartujos. Estos fundaron la Cartuja y la fueron ampliando año tras
año y la habitaron hasta 1835, cuando pasó a manos privadas por la
desamortización de Mendizábal; en esa fecha quedaba un campanario sin rematar y
así sigue. Cuando expulsaron a los monjes había más de cuarenta miembros en la
comunidad; solo permitieron que se quedaría el boticario obligándole a
prescindir del habito de sayal propio de los monjes, esto lo deciden por el
bien que la botica estaba haciendo en toda la comarca.
Comenzamos
la visita por la iglesia, dedicada a la Virgen de la Piedad, edificio de estilo
neoclásico decorado por grandes artistas y artesanos de la época como Manuel
Valleu que realizó las pinturas del techo representando diferentes momentos de
la vida de la Virgen, también está representado San Bruno, fundador de los
Cartujos, se empezó a construir en 1751 sobre la iglesia primitiva erigida en
1446. El conjunto cuenta con un claustro.
Una de las salas está dedicada a la botica; es la segunda
de España (la primera está en Llivia) los monjes usaban plantas que cultivaban,
elaboraban y mezclaban según criterio del boticario, esta fama fue la que hizo
llegar a Chopin a estos lugares para aliviar su enfermedad.
La celda prioral consta de tres salas; capilla privada
donde hacia oración el prior, otra era la biblioteca donde figura un documento
oficial curioso, avisando de excomunión a quien robe un libro y la tercera era
el dormitorio; a estas tres salas hay que sumar un huerto, cada celda tenía el
suyo donde cada monje cultivaba verduras o plantas medicinales y ocupaba su
tiempo sin tener comunicación con los demás monjes.
La celda tiene un camastro con un jergón de paja; en las
paredes tiene el flagelo o cilicio y el rosario que era pieza fundamental en sus vidas y
oraciones.
En el invierno de 1838-1839, el compositor Frédéric
Chopin, su pareja de entonces, la escritora George Sand, y los dos hijos
pequeños de ésta se establecieron temporalmente en la isla de Mallorca. Se
instalaron en la Cartuja de Valldemossa, tres años después de que la Cartuja
pasara a manos privadas. Ocupó tres celdas que decoró con la bandera de
Polonia, un mechón de su pelo, partituras y el piano que mandó traer desde
Polonia, donde Chopin compuso algunas de sus piezas para piano más famosas.
La amante de Chopin no gozó de buenas simpatías con las
gentes del lugar por varios motivos; era una mujer separada, con hijos y no
estaba casada con Chopin, por sus formas de comportarse y vestir, usaba
pantalones, fumaba y era mujer y escritora, cosa muy mal vista en aquellos
tiempos por eso usaba un seudónimo masculino para firmar sus libros. Así lo
cuenta en su libro “Un invierno en Mallorca”.
Se celebran conciertos de Chopin cada año y nosotros
tuvimos la suerte de asistir a un pequeño concierto de su música en la capilla
convertida hoy en auditorio.
El primitivo palacio del Rey Sancho y del que luego partieron las ampliaciones de los monjes estaba distribuido en torno a un patio. Al norte, la sala regia, decorada con relieves de ciervos, comunicaba con la planta baja de una torre donde el rey tenía su habitación. Al sur una gran cocina y el almacén. Se entraba por un portal de piedra viva y una escalera de caracol conducía al primer piso.
Al oeste, las dependencias de la reina. Un detalle
curioso que no quiero pasar por alto es un bargueño, en su parte central tiene
una puertecita o secreter; cuentan que este bargueño está en los aposentos de
las damas de alcurnia, en este caso la reina y según dejara esta puertecita
decía al marido si esa noche quería compañía y favores, puertecita abierta, el
marido podía pasar la noche con su señora; puertecita cerrada, otra noche será.
De la Cartuja hay mucho mas para contar porque es tanto lo que hay que
ver y tantas las notas que tome….. pero no quiero cansaros.
La Cartuja en la actualidad tiene catorce propietarios, se dividen la
propiedad por celdas pero todo está unido como si de un solo propietario sería.
Esta salida es tan fructífera en cuanto a historia que voy a hacer un
alto y mostrárosla en dos partes. Saludos
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