Día 15 – 4 – 2015:
Este día lo dedicamos a pasear por Magalluf y hacer unas
pequeñas compras, el sol nos agobiaba y compramos sombreros para paliar el
calor así como ropa ligera y fresquita.
Al salir del hotel nos encontramos con el hotel Katmandú y a
la vuelta el Katmandú Park. Es un parque impresionante y curioso, en el está
una típica casa tibetana pero patas arriba, justo el mundo al revés.
El parque tiene zonas de ficción y terror, tiene también un
mini campo de golf y se ve que la juventud se lo pasa en grande. Se puede
reseñar una zona con altos barrotes e infinidad de situaciones de alto riesgo
pero los participantes en esos juegos van bien protegidos con dos arneses de
seguridad que falta les hace porque a gran altura y suspendida se encuentra una
bicicleta para usar, o una mesa de tertulia, o unos barriles para caminar sobre
ellos, etc. Repito que yo lo considero de alto riesgo y no apto para los que
temen las alturas.
A partir de este parque ya es Palma Nova, donde hay cantidad
de extranjeros que dejan en sus países de origen la vergüenza, las buenas
formas y la educación, porque yo creo que su comportamiento en Magalluf o Palma
Nova no será el que observen en sus casas. Bueno, ellos hacían su vida de desenfreno y no
se metían con nadie y nosotras pasábamos de ellos también; ahora sí, daba la
sensación de que estábamos en el extranjero.
Después de comer cogimos el bus de línea y nos dirigimos a
Palma. Hicimos un pequeño recorrido por la ciudad, desde la Plaza de España que
está la terminal del autobús y después de solicitar en Información un callejero
fuimos viendo cosas camino de la Plaza Mayor,
pasamos por el ayuntamiento que es un gran palacio; en él se alojan las
figuras de los gigantes, difícil de fotografiar por que están tras de cristales
y hacen reflejo.
En la plaza de delante nos llamó la atención un olivo con un
tronco retorcido y bonito, bien se le puede llamar “olivo atormentado” como los
denominaba la amante de Chopin.
Llegamos a la catedral con tan mala suerte que este día permanecía
cerrada, nos conformamos con admirar y fotografiar su impresionante fachada.
Al lado está el Palacio Real o La Almudaina; El castillo, de
construcción califal, fue tomado por Jaime I al conquistar la isla en 1229, y
en el siglo siguiente fue remodelado para ser la sede del próspero reino
mallorquín. Fue precisamente Jaime II (1276-1311) primer rey de la Mallorca cristiana, el encargado de
transformar el castillo musulmán en Palacio que sirviera como residencia real y como sede del nuevo estado. Las obras se
realizaron entre 1305 y 1314. A la muerte de Jaime II, su hijo Sancho I
continuó las obras del Palacio y colocó, sobre la torre más alta, la
figura-veleta del ángel a modo de protector. Sucedió a Sancho su joven sobrino
Jaime III, a quién corresponde la época más brillante del reino y del castillo.
La Almudaina fue, entre 1229 y 1343 la sede de una pequeña corte medieval.
La Almudaina conserva los baños árabes.
La capilla de San Jaime.
Diferentes despachos; de su Majestad la Reina, el de
ayudantes y el de su Majestad el Rey.
El salón de Consejos es impresionante así como la escalinata
que da acceso a la primera planta. La visita al palacio era libre este día era
de puertas abiertas y pudimos disfrutar contemplándolo.
Las vistas desde la catedral hacia el puerto son
impresionantes, la gran cantidad de yates que hay impresiona; decimos que no
hay dinero, pues ahí está todo lo imaginable. También se ven unos buques
cruceros como manzanas de edificios, son grandes hoteles flotantes.
Tanto a nuestra llegada como a la vuelta recorrimos el paseo
marítimo en el bus; pasamos por la lonja que más bien parece una gran catedral;
es del siglo XIV y en ella se subastaba el pescado.
Amig@s, quedan pendiente de poner fotos del puerto que tengo
en el móvil y aun no descargué. Me despido hasta mi próxima entrada, besotes.
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