31-5-2015:
Salimos de Palencia a las nueve de la mañana, nos
acompañaban el conductor Jesús (que fue nuestro conductor toda la semana) y la
guía del “Club de los 60” Mar.
Primera parada a las once y media para estirar las piernas; paramos
en la estación de servicio La Maya, cerca del embalse de Santa Teresa, situado
en el rio Tormes a su paso por la provincia de Salamanca.
Siguiente parada en el restaurante Los Abades, en Mérida
donde nos esperaba la comida y el punto de encuentro de los cuatro autocares
que bajábamos a Punta Umbría y los otros cuatro que regresaban ya finalizada su
estancia. En este punto nuestra guía Mar nos deja con la guía que nos
acompañaría toda la semana, Victoria es su nombre.
En el trayecto nos entrega las llaves de las habitaciones,
nos coloca la pulsera de identificación del hotel y nos informa de los turnos
de comedor, nos corresponde el comedor Los Cormoranes y nos informa que nos
corresponde una hora de Spa.
Tercera parada para hacer un descanso en el área de servicio
de Dehesa de Monesterio, Badajoz, del grupo Leo; donde venden unos embutidos y
jamones que se hace la boca agua y nos esperarían a la vuelta.
En el trayecto nos encontramos con un túnel, con un nombre
curioso “Túnel de la Media Fanega”; también bordeamos Sevilla y Huelva. Hasta
llegar a Punta Umbría cruzamos unas extensas marismas, las marismas del Odiel
con salinas incluidas, había unos grandes montones de sal.
Desde la capital de Huelva a Punta Umbría se va por un gran
puente que cruza todas las marismas que
son el lugar de reposo y cría de especies como la garza con sus diferentes
especies, la espátula, el flamenco, etc. a su paso por la península.
Nuestra llegada al hotel fue a las siete de la tarde y lo
que nos esperaba allí incluido el coctel de bienvenida con el que nos recibió
el hotel fue suficiente para que no pensaríamos en el viaje tan largo.
El viaje de regreso ya no fue tan agradable por motivos
técnicos, en el camino el aire acondicionado nos jugó una mala pasada y las
paradas tuvieron que ser más frecuentes para refrescarnos si eso era posible porque
había un calor sofocante. Paramos también además de las habituales en La Venta
el Caldero en la provincia de Cáceres y en Los Toreros de Siete Iglesias,
Valladolid.
En Mérida que se hizo la parada para comer también se hizo
el cambio de guía, en este caso nos acompañó Fuencisla que estuvo en todo
momento pendiente de nosotros en el resto del viaje de regreso.
Saludos amig@s y hasta la próxima entrada en la que os iré
contando los distintos lugares que visité.
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