Querid@s amig@s; por ultimo voy a dedicar esta entrada a Torremolinos,
yo cuando piso un lugar nuevo lo primero que hago es buscar Información y
Turismo, y cuando lo hice pregunté que me ofrecían en cuestión de museos o
lugares interesantes para visitar y me contesto amablemente la señorita “¿le
parece poco el tener playas inmensas y sol a raudales?” y es que los visitantes
es eso lo que toman de Torremolinos, yo también disfruté de ello pero también
busqué tiempo y me perdí en las intrincadas calles repletas de tiendas y de
historia, el deambular por esas calles te da una idea de sus gentes y a mí me
gusta.
Está situada en la bahía de Málaga y a sus espaldas está la
sierra de Mijas que está compuesta por piedra caliza, cosa que me emocionó por
recordarme a las peñas de mi tierra, esta cercanía del mar con la montaña es la
que me caló hondo, esa orografía me enamoró de Torremolinos, me veía en mi
tierra pero al lado del mar que tanto me gusta. Las playas de Málaga enlazan
con las de Torremolinos y Benalmádena formando más de ocho kilómetros de playas
y paseo marítimo, las playas son muy cómodas y en cada tramo nos encontramos
con pequeños oasis de palmeras y césped dentro de la arena, así como con
infinidad de chiringuitos tentadores y en los que se hacen fiestas nocturnas.
El paseo marítimo tiene un trasiego importante de gentes tanto en bici,
patines, como caminando durante todo el día.
Tiene varios barrios, entre ellos los más antiguos y
conocidos son “La Carihuela” y “El Bajondillo”, uno de los nuevos es “Playa
Mar” que es donde teníamos el hotel. Desde el centro a la playa se accedía por
la calle San Miguel, una calle con tramos de escaleras y mucha pendiente, así
como muchas tiendas y tabernas típicas; en una de estas tabernas llamada “Quitapenas”
que está en un recodo de esta calle llamado “El Tajo” comimos unos “pescaitos
fritos” especialidad de la casa y que quitan el sentido, si pasáis por ahí no
olvidéis hacer esta visita. Al finalizar esta calle de San Miguel y entrando
desde la playa nos encontramos con la torre que da nombre a la ciudad, “La
Torre Molino” así como la basílica de San Miguel. Claro que si las piernas no
nos son favorables a tal esfuerzo y tanto escalón, podemos tomar un ascensor
que nos deja también en el centro.
Para mi nulo conocimiento de idiomas Torremolinos es una
nueva “torre de babel”, el 26% del total
de la población empadronada en esta ciudad son extranjeros de más de 130
nacionalidades distintas residentes todo el año, ¿os imagináis el batiburrillo
de lenguas?
Torremolinos cuenta con siete iglesias, nosotros la más
cercana era la de Nuestra Señora del Mar, una iglesia con mucha luz y revestida
en madera y que tenias la sensación de estar dentro de un barco.
Cuenta también con un jardín Botánico, un pinar y “Los Manantiales”, el Parque de la Batería
que tiene un lago navegable y está hecho en terrenos de búnkeres de la guerra
civil, donde aún se conservan cañones.
Tiene un parque acuático, “Acualand” y el zoo dedicado al
cocodrilo (que por cierto dicen que hay
uno suelto por el parque y están en su busca), este parque acuático ahora está
cerrado.
La riqueza de Torremolinos es el turismo así como el
comercio que genera tanta afluencia de visitantes. Tiene palacio de congresos y
una amplia zona deportiva donde cada año los colegios de España se unen en una
competición deportiva escolar (mis nietos de Madrid asisten cada año). Otro
reclamo de Torremolinos es su mercadillo de los jueves, es impresionante en su
tamaño, en los puestos que hay; es un mercadillo como yo no había visto otro,
con la mayoría de puestos que ofrecen calidad.
Nos encontramos con distintas esculturas en las encrucijadas
de las grandes vías como el monumento al turista, o la representación de el
cuadro de piccaso “Mujeres caminando al mar” que la ciudad hizo escultura en
homenaje al pintor, esta está en el paseo marítimo. Hay otras muchas
esculturas, todas ellas dedicadas al tema del mar. Siento no haber cargado con
la cámara en todo momento por qué me perdí fotos interesantes, pero para otra
vez será porque no me importaría repetir.
Como podéis ver también hay más cosas que ver que playa o
sol, solo hay que perderse por sus calles y admirar las cosas bonitas que
surgen ante ti, y preguntar, y preguntar, yo abrasaba a preguntas a cuanto
guardia urbano encontraba (a las gentes que te encontrabas corrías el riesgo de
no entenderlas jajajaja). En resumen; Torremolinos es un lugar que recomiendo
para relajarse de la vida ajetreada de las grandes ciudades.
Me despido hasta pronto en que os contaré cosas del
balneario al que me voy el día seis, como veis no paro.
Besotes
Hola Mirva :
ResponderEliminarMe gusta tanto recorrer estos lugares , gracias a tí !.
Es viajar gratis desde casa ,ja ja .
Tambien es lindo leer tus relatos ,un beso y hasta pronto.
Gracias por esta acogida, me gusta que todos disfruten con lo que yo les pueda contar.
EliminarMe alegro que te gustase tanto una de nuestras ciudades. Nosotros vivimos en Málaga pero vamos a Torremolinos mucho.
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