Saludos amig@s;
Ya pasaron esos pocos días de vacaciones que pasé en la
montaña de León, en el pueblo donde nací, mi querido Burón, desde el 71 que no
pisaba tanta nieve como estos días, fue un regreso a otros tiempos y que después
de los preparativos navideños y de la depre acompañada de una considerable
gripe que pasé anteriormente me hizo remontar en mis ánimos. No se comprende
hasta que no se pasa el beneficio que es para una el regreso a ese frio invierno
y caminar con dificultad por entre un copioso manto de blanca nieve; hace a una
revivir otros tiempos, otras situaciones en las que la vida aun no me había golpeado
tanto y sienta bien al cuerpo y al espíritu; ver a través de la ventana como
caen los copos de nieve mientras estás alrededor de la lumbre y ver cómo se van
acumulando y consiguiendo en poco tiempo esos 30 centímetros de espesor hacen que venga a la mente recuerdos gratos
que me hacen mucho bien.
Os pongo un pequeño reportaje de fotos que dan fe de lo que
os cuento.
Regresa una con nuevos y más fuertes ánimos de hacer muchas
cosas, de afrontar la vida y hacer frente a cuantas zancadillas se presenten, y
espero conseguirlo.
Besotes y hasta pronto.
