ARNEDILLO

Este pequeño pueblo tiene grandes e interesantes cosas para ver; comenzando a caminar por la Vía Verde, desde donde llaman “la estación del trenecillo” nos encontramos con unas pozas donde brota el  agua muy caliente (unos 55,5%) en diferentes puntos del cauce del rio, se puede entrar en estas pozas utilizando el agua fría de este cauce mezclada con la caliente para poder soportar el calor al  entrar en el agua, una de estas pozas la tienen preparada para usarla el turismo que  en los fines de semana se pone muy concurrido de gentes de los alrededores,

 Avanzando por la Vía Verde llegamos a un pequeño museo que representa el molino, tanto de grano como de aceite, en estos lugares a este molino de aceite se le llama "trujal",

Seguimos el camino y llegamos a la iglesia parroquial muy antigua, dedicada a San Servando y San Germán, fue construida en el siglo XVI sobre una iglesia gótica anterior, fue declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento el 28 de junio de 1984.  

 

Al lado de esta iglesia y junto a la oficina de turismo nos encontramos con unos pequeños soportales donde hay lo que antes era el lavadero, delante de la iglesia y en una pequeña plaza hay una casona señorial y en otra de las casas se puede ver una barandilla del balcón muy curiosa;

El paseo  se puede seguir mas y mas adelante encontrando en cada tramo diferentes cosas interesantes para ver y admirar, caminamos lo que nuestras piernas nos permiten y un poquito más por que la belleza nos obliga a seguir y seguir, pagándolo después, claro está.

En el término de este pueblo hay unos lugares donde se pueden ver perfectamente las huellas de dinosaurios, los parajes son “Las Hoyas” y “La Mata” y están fáciles de acceder cosa que yo no me atreví por mi limitación y lo siento mucho.

Las ruinas de un castillo, o sea un torreón se encuentra al  otro lado del rio, junto a un puente ubicado en el camino que conducía de Yanguas a Arnedo. Su construcción es probablemente del siglo X y su función dado la situación del enclave sería la de vigilar el paso entre el alto valle del río con la tierra de Arnedo.

Junto al rio hay unas pequeñas y fértiles huertas cuidadas con esmero por las gentes del pueblo, y curiosamente cultivadas arropándolas con paja surco a surco.

 

Por las laderas hay bodegas y varios miradores pero a los que no me decidí a subir por si me tocaba  pagar la valentía.

 

Dentro del balneario hay una ermita dedicada a San Zoilo, está en la primera planta al lado de nuestra habitación y está considerada como una más de las muchas ermitas que hay por los alrededores del pueblo.

 

Al lado del balneario están el colegio y las piscinas municipales junto con el pabellón cerrado, todo esto está rodeado de zonas ajardinadas en las que abundan los olivos, uno de estos olivos tiene una forma muy curiosa, le llaman "el de los amantes" porque su forma parece que representan dos personas unidas en un fuerte y eterno abrazo.

Esta es una comarca que bien merece la pena hacer planes de vacaciones y reservar un tiempo para darse un chapuzón, bien en las pozas o el balneario.

El balneario tiene en una zona dedicada a las bodegas una bodeguilla donde el domingo el balneario nos invitó a tomar vinos de la zona y unos choricitos a la brasa deliciosos, fue una actividad grata y muy sabrosa.

Bueno amig@s, con esto remato mi viaje a Arnedillo y la próxima entrada será para mi querido Burón donde pasé 10 días maravillosos aunque un pelín cansados.

Besotes.