Hoy, 8 de marzo, celebramos un año más el Día Internacional de la Mujer
y Mujer Trabajadora. En este señalado día se conmemora la lucha de la mujer por
su participación en la sociedad y en su desarrollo como persona para una vida
laboral en igualdad de condiciones ¿de verdad se ha conseguido? Y en este caso quiero centrar mi atención en
las mujeres trabajadoras y que además son madres, por experiencia se que son
las que más complicado tienen sacar adelante sus proyectos personales, familiares
y profesionales, en busca siempre de la mejor organización para compaginarlos
todos ellos, exprimiéndole minutos a mayores a esas horas interminables de
continuo trabajo.
La crisis que nos afecta vuelve a
complicar el problema de las mujeres trabajadoras que son madres; siendo las
primeras en engrosar las listas del paro, por causa de su maternidad, situándolas
como incompatibles con el mundo laboral, cuando lo que ellas están haciendo es
criando unos seres adorables que formaran el mañana de nuestro país y esto sin
que se le tenga en cuenta; más bien a algunas les cuesta su puesto de trabajo.
Las mujeres hemos ejercido en el hogar como cocineras, psicólogas,
taxistas, gestoras, enfermeras, profesoras, etc., etc., compaginados o no con
un trabajo externo remunerado ¿y no somos aptas para trabajar? Si toda nuestra
vida se vio girando en torno a un trabajo, no remunerado pero trabajo de
jornada interminable.
Desde siempre se ha asociado la figura femenina al entorno del hogar, al
sacrificio, la abnegación, la renuncia, el sufrimiento y la maternidad, la
familia, el cariño... Valores que se han adjudicado siempre a la mujer. Pero
los tiempos están cambiando; por eso es necesario preguntarse ¿qué significa
realmente ser mujer? Ser mujer significa ser luchadora, ante las injusticias y
contra las penurias, y las voces femeninas gritan, denuncian y reclaman unos
derechos, han hecho una carrera con gran esfuerzo y desean destacar y ejercer
todo cuanto aprendieron en ella.
Ser mujer significa ser creadora, no solo de la vida para dar a luz a
los hijos sino también creadora de valores familiares y laborales.
Ser creativa para inventar nuevas
formas de pensar, de hacer, de trabajar porque hay que demostrar su aptitud
constantemente solo por el hecho de ser mujer.
Ser optimista por los que la ven
y por ella misma, porque es el único camino para no dejarse llevar por la
derrota.
Ser mujer significa creer que precisamente haber nacido mujer es lo
mejor que nos ha pasado en esta vida.
Soy jubilada
y veo mi vida laboral ya muy lejana pero también veo a las jóvenes que ansían tener unos hijos y
por miedo al despido lo van dejando pasar y perdiéndose el gran placer que es
ver sentados a tu mesa a unos hijos que quieres con locura y que te adoran. Son
las grandes perjudicadas de una sociedad centrada tan solo en el rendimiento
laboral y que no consideran la maternidad como algo importante y necesario. No tardando mucho seremos un país
de ancianos y ya será tarde para echarnos las manos a la cabeza y rectificar.
Hoy es el día de la mujer trabajadora ¿conocéis a alguna mujer que no
trabaje? Yo no. Es injusto no llamar trabajadoras a las amas de casa porque su
trabajo no es reconocido ni remunerado, ¿el llevar una casa no es considerado
trabajo? También hoy dedico unas líneas a esas abnegadas mujeres trabajadoras
como las que más pero en su entorno familiar y por eso no consideradas por la
sociedad como mujeres trabajadoras. Son
las más cualificadas porque su continuo y constante trabajo abarca infinidad de
facetas en la vida y también una renuncia a sus ilusiones laborales fuera del
hogar.
Mujeres todas, hoy dicen que es nuestro día mundial, tendrían que ser
todos los días del año cuando nos dedicara esta sociedad un poquito de atención
y nos tendrían en cuenta el papel que tiene la mujer en la vida, no solo “en la
casa y con la pata quebrada” como opinan muchos.
Mirva
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