Mis querid@s amig@s; después de un largo silencio en este
blog aparezco de nuevo plena de contento para comunicaros un acontecimiento muy
feliz y que os recomiendo a tod@s. Este fin de semana tuvimos nuestro encuentro
anual de primos en Burón que es el lugar desde donde se fundó nuestra estirpe,
fue el segundo encuentro de los “Santos”.
El evento fue de lo más bonito y emocionante, el sábado a
las dos y media cita en el restaurante de la localidad con un comienzo de
saludos, abrazos y besos, presentaciones de los miembros más jóvenes pues
acudimos cada primo con su prole (claro los que pudieron asistir), unos
llegaban desde Barcelona, otros desde Bilbao y otros íbamos de Palencia, luego
ante una mesa bien dotada con viandas muy de la zona que degustamos en buena armonía,
a la vez que conversamos de nuestros
recuerdos, visionamos fotos de nuestra niñez y de los ausentes (la nueva
tecnología del tablet nos lo facilitó). Los primos de Barcelona fueron los que
este año asumieron la responsabilidad de la organización y nos obsequiaron a
todos con unos lindos marca páginas con motivos representativos de esa ciudad
donde ahora ellos están formando esa nueva rama de la familia “Santos”.
Al final fotos, muchas fotos que pasaran a engrosar ese álbum
que cada uno de nosotros hacemos del momento; muchas fotos si pero no tengo ninguna
en estos momentos para acompañar esta entrada por que la fotógrafo es una
sobrina que se quedó unos días más en la montaña disfrutando de sus merecidas
vacaciones y con ella quedó todo el material.
El domingo de nuevo nos dimos cita en la misa por que unos
pernoctaron en Riaño, otros en Cuenabres y nosotros en Burón y al final de la
misa la familia con algunos amigos que nos acompañaron quedándose dentro de la
iglesia cantamos esa Salve tan nuestra, tan de la costumbre de la gente buronesa,
la que cantaban nuestros antepasados ante nuestra Virgen de Pontón, fue muy
emotivo el acto y la lagrimilla con más o menos intensidad no se pudo contener,
sonó esa Salve alto y diáfano en la iglesia que tiene una buena acústica, sonó
en un clamor unánime que nuestros antepasados seguro que siguieron con nuestras
voces, sonó saliendo de muy dentro de nuestras almas; fue un acto precioso.
Después las despedidas y los buenos deseos para el año que nos espera antes de volver a
reunirnos de nuevo.
Mi regreso fue con mucha morriña pero el deber me llama este
verano y lo pasaré paliando los calores de esta tierra Castellana, ya vendrán
tiempos mejores para cargar pilas correteando por mi pueblo.
Amig@s, os recomiendo que toméis esta costumbre del
encuentro familiar, es muy bonito y como nuestros mayores ya no están para
fraguar esa unión familiar si no tomamos el relevo nosotros ese roce se
enfriaría para llegar a extinguirse, porque cuantas familias hay en las que los
primos no se conocen entre sí, animaos a hacerlo y veréis que satisfacciones
encontráis en ello.
Besotes amig@s y hasta pronto.
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