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Amig@ mí@, cuando mi voz calle, cuando mis manos no recorran alegres el teclado, entonces mi corazón seguirá hablándote y tus ojos seguirán leyéndome.

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miércoles, 31 de agosto de 2011

DIA DEL BLOG


Hoy día dedicado al Blog te felicito a ti Bloguero, a ti que sembraste esta afición tan bonita en mi, a ti que compartes tu Blog con migo y me permites entrar en tu intimidad, FELICIDADES A TODOS.

martes, 30 de agosto de 2011

EL TAPABOCAS

Queridos amigos que visitáis este Blog, y siguiendo los recuerdos que brotaron en mi viaje a Burón y tal como os prometí me tomo el atrevimiento de dedicar un pequeño y gran recuerdo a una prenda tan de nuestra tierra y ya en desuso como es “el tapabocas” para que los jóvenes lo conozcan y los mas maduritos la recordemos.
Esta es una prenda de abrigo que utilizaban nuestros antepasados en los fríos inviernos,  este era la forma de abrigarse que tenían, los abrigos no se conocían en el medio rural. Los hombres del campo llevaban estos tapabocas, especie de manta alargada, más estrecha que la manta y con sus dos extremos rematados por cerras del mismo paño, era de paño de lana burda, también los había más finos con una de sus caras sacado un ligero pelo (estos solían ser para los domingos), con esta prenda se  protegían del frío y la lluvia la parte superior del cuerpo enroscándoselo con gracia y donaire a su alrededor cubriendo los hombros ,cuello y cabeza mientras estaban de pie y que les servía para cubrirse en los ratos de descanso o caminando, se “embozaban en el tapabocas” se decía..
Esta prenda como ya queda dicho se confeccionaba con un paño de lana en sus colores naturales, combinándolos en rayas o haciendo cuadros, se hacían en telares y pisas y casi se podría decir que cada uno tenía su propio diseño de tapabocas, si se dejaba olvidado ya se sabía a quien pertenecía.
El Diccionario académico registra este vocablo, pero como equivalente de bufanda ancha y larga de lana.
El tapabocas servía de abrigo al padre, de cobijo al rapaz y en caso de apuro de manta de la cama, ¿quien no fue llevado en los brazos del padre a la escuela envueltos ambos en el tapabocas por esas calles cubiertas de nieve y surcadas por las huellas para caminar?
Recordando esta prenda me viene a la memoria la acción de ponerse el tapabocas los hombres en los portales de las casas, necesitaban un gran espacio para que el impulso hiciera volar el tapabocas a su alrededor, barriendo a todo cuanto se ponía a su paso incluidas las narices de los que salíamos “a oler” tras ellos dándonos un “soplamocos” y ¡caray como dolía!
Para los días de guardar las veceras los hombres de nuestra montaña se cubrían con una manta  tosca, que solía ser de cuadros pardos y blancos, con costura en el centro, en dicha costura quedaba un descosido en el centro por el que sacaban la cabeza. No recuerdo su nombre.
La Capa:
La capa parda también se usó en los pueblos de la montaña, pero su uso era señal de respeto o autoridad, la usaba el alcalde, el médico, etc. Se confeccionaba con paño basto, estameña o bayeta de color pardo oscuro o negro, de amplios vuelos; cubre hasta los pies y se complementa con una esclavina y broches junto a la tirilla de la prenda; su confección era austera y carecía de bordes y vistas.
Con este relato me despido hasta el próximo tema  y os animo a que vosotros hagáis ejercicio de memoria y nos deleitéis con vuestros recuerdos, saludos para todos los que visitáis este Blog.

sábado, 27 de agosto de 2011

VIAJE A BURÓN

Este verano y después de muchas interrupciones por fin fui a Burón diez días, el estar en mi pueblo, mi casa, mis raíces siempre es una inyección de ánimo, que hace que el resto del año pase más relajado, también es un trago difícil y triste el ver el resto del pueblo derribado, yo por la situación de mi casa es lo primero que veo al salir a la calle. Como el nivel del agua baja considerablemente en los veranos ves esos árboles de salguera en lo que antes fue rivera del rio luchando por no morir, en el momento que el agua les da un respiro brotan con chulería demostrando que ellos saben pelear por no desaparecer del lugar, las zarzamoras brotan de nuevo, año tras año y logran darnos su sabroso fruto, aunque tardío, la hierba quiere tapar tanto desastre y trepa por entre los escombros cubriéndolo todo como una alfombra verde, emerge de las aguas también el viejo cementerio, que con su abrazo de hormigón protege de la erosión del agua los restos de las gentes que a lo largo de los siglos hicieron y tejieron la historia de nuestro pueblo; miras ese panorama y piensas en lo solos que nos dejo el progreso, nos quito nuestra cuna, nos borró nuestra historia, nos mandó por la vida como nómadas sin raíces ante lo desconocido y la naturaleza pelea cada año por seguir viviendo en ese panorama desolador ¿teníamos que haber hecho nosotros lo mismo?.
A pesar de los sentimientos que despierta en nosotros el ver ese desastre año tras año regresamos para respirar nuestros aires, para reencontrarnos con otras gentes, para cargar pilas y seguir adelante con nuestra añoranza. Yo como cada año regresé, pasee lo que fueron sus calles, plasmé en mi retina los paisajes que me rodean como si fuera la última vez que los vea y abracé a mis gentes como cada año y seguiré haciéndolo mientras Dios me de fuerzas.
Los que tenéis la suerte de tener vuestro lugar de nacimiento no os podéis explicar como nos sentimos los desterrados de él, no sabéis cuáles son nuestros sentimientos cuando nuestra vista se fija en el agua y solo ve bajo ella, no imagináis como nos duele el ver como disfrutan del lugar los que son foráneos y no sienten sus carnes amarradas a esa tierra, en fin que nuestros viajes al pueblo son una mezcla de dolor y placer inexplicable y aun así seguimos  y seguiremos visitando lo que nos dejan ver de nuestras raíces.
En este viaje tuve tiempo para pensar y recordar, tengo en mente el poner en este Blog una recopilación de cosas que en su día eran de uso diario y que ya cayeron en el olvido, voy a dedicar un pequeño homenaje a la historia de esas cosas para que ellas no caigan en el olvido y desaparezcan hasta de nuestras mentes. Saludos amigos

miércoles, 24 de agosto de 2011

SALIDA A CIUDAD RODRIGO 2ª PARTE


El conjunto arquitectónico de esta pequeña ciudad es digno de admirar tanto por los expertos como por los profanos, tiene un gran conjunto de formas y curiosidades que hacen que pases un día entretenido.
Desde el momento en que cruzas las puertas de la muralla te sientes transportada al Medievo, por sus calles empedradas y adoquinadas y la cantidad de edificios civiles con siglos de solera sobre sus paredes. Todos adornados con los escudos de armas de las numerosas familias que los habitaron.
En la fachada de su catedral aún perduran los impactos de las batallas Napoleónicas que tanto la acosaron para hacerse con su enclave privilegiado.
Al lado de la catedral está la parroquia del Sagrario que en su día fue construida como mausoleo del Arzobispo Pacheco. No hace mucho tiempo se trajeron a esta Iglesia funeraria los restos de la familia de este Arzobispo; es de estilo Herreriano con los escudos de la familia en mármol de Carrara.
Casa de los Miranda del siglo XVI.
Palacio de la Marquesa de Cartago, de estilo Neo Gótico del siglo XIX. Con torre en esquina con ventanales, este estilo es muy típico en las construcciones de esta ciudad y que se debe al enclave defensivo.
Casa de los Águila, de 1513, de apariencia señorial, hoy museo itinerante.
Casa de los Vázquez; casa de los Chaves y un montón mas de apellidos y linajes repartidos por toda la zona amurallada.
Lo que más me llamó la atención son las ventanas en ángulo de las esquinas, con troneras defensivas que dominan las vistas de varias calles y algunas puertas también en ángulo; los escudos la mayoría están colocados en las esquinas con sus lados al aire en un equilibrio de siglos y luchando con la erosión.
Sobre la muralla y con vistas al rio Águeda que le hace de foso natural está el castillo, es del año 1370, tiene 5.300 metros cuadrados. Fue fundado por Enrique de Trastamara, es de estilo Gótico; hoy es Parador Nacional.
El Ayuntamiento es del siglo XVI, Renacentista, tiene unas robustas columnas en las esquinas rematadas como si fueran torres y con varios blasones; tiene una espadaña con una campana a la que llaman “Campana Gorda”, esta campana suena en los encierros del Carnaval del Toro y dependiendo de la rapidez de sus toques se sabe a la distancia que llegan los toros y así avisan del peligro. En estos festejos la plaza Mayor se reconvierte en coso taurino rectangular y con un ligero desnivel.
Cuenta esta ciudad con un curioso museo (que no logre ver) dedicado al orinal, hay infinidad de orinales de todas las épocas y estilos, me queda pendiente su visita por las bonitas historias que tiene cada pieza de las que se exponen.
En fin que esta pequeña ciudad bien merece la pena el perderse por sus calles y visitar sus museos por la riqueza de sus historias y si puedes ir acompañada por Pilar una guía local seguro que te verás metida en esas épocas de batallas y glorias constantes, os recomiendo que visitéis Ciudad Rodrigo.
Un saludo Blogueros y hasta pronto, espero vuestros comentarios.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Salida a Ciudad Rodrigo-1ª


La salida a conocer esta bellísima ciudad medieval fue una verdadera gozada; por el camino se van viendo kilómetros y kilómetros de bosques de encinas y alcornoques, cuajados de manadas de ganado vacuno, unas bravas y otras no, rebaños de ovejas y piaras de guarros, negros y gordos, esperando a ser convertidos en suculentos jamones “pata negra” y riquísimos embutidos con denominación de origen. Una piensa en la que les espera a los incautos bichos que retozan felices pero… ¡que sabrosos que son¡
Llegamos a la ciudad y nos esperaba una eficiente guía local que junto con nuestra animadora del tiempo libre nos explicaron con todo lujo de detalles la historia tan interesante del lugar.
Esta ciudad en sus comienzos estuvo habitada por Celtíberos que asentaron sus castros sobre la cima compuesta por roca de arenisca.
De la segunda edad del hierro se conserva aun una escultura rudimentaria hecha en granito, se denomina “El Verraco Vetón”, es la figura de un cerdo en posición de marcha, está situada en la plaza del Castillo (hoy parador Nacional). De estas esculturas fueron encontradas otras muchas por los pueblos de los alrededores por lo que se deduce que fueron hechas como símbolo mágico para la protección del ganado.
Rodea el casco antiguo de esta ciudad una sólida muralla con un perímetro de unos dos kilómetros, todos en perfecto estado de conservación y por el que se puede pasear. Esta muralla fue construida por Fernando II, esta rodeada esta muralla por un foso y en una de las partes por el ribazo y abajo el río que hace de foso natural.
Para acceder a la ciudad hay seis puertas, llamadas: Puerta de la colada; Puerta del Sol; Puerta de Santiago; Puerta Nueva; Puerta del Conde; Puerta del Sancti Espiritus, (estos nombres tienen su historia pero yo no pude recogerla). Estas puertas tenían un sistema de rejas que al toque de queda se cerraban y sus llaves las custodiaban entre los más poderosos del lugar.
Ciudad Rodrigo con la influencia y ocupación romana se llamó “Miróbriga” y de esa época fueron halladas tres columnas colocadas en ángulo, quizás los restos de un templo. Estas columnas son el blasón del escudo de la ciudad.
Ciudad Rodrigo sufrió grandes asedios durante su historia, el  más largo fue el que organizó Napoleón que duró 77 días, quería tomar la ciudad por el sitio estratégico en el que está situada.
En 1755 el terremoto de Lisboa derribó la torre de la catedral que fue reconstruida en un lugar diferente. En 1769 en el lugar de la torre derruida se remató con una capilla.
Queridos Blogueros, como este relato se alarga me reservo una segunda parte, es tanto lo que hay para ver en Ciudad Rodrigo que es una pena perderse su relato. Hasta pronto amigos.